domingo, 5 de mayo de 2013

La vigencia actual de Nietzsche.

Nietzsche es un escritor enigmático, que en general utiliza un estilo literario en vez de los rigurosos argumentos del filósofo. Sus ideas se van desarrollando a lo largo del tiempo.Así como es muy dado a subrayar el papel de la interpretación, su propia obra puede interpretarse de diferentes maneras. Muchos pensadores de distintas orientaciones siguen reivindicando su influencia.
Hay muchas líneas importantes en su pensamiento. Su énfasis en el papel de los instintos, su insistencia en que el alma no es más que una palabra para designar algo referido al cuerpo, su reconocimiento de que los hombres somos el origen de todos nuestros valores, son todas ideas notables. La más decisiva de todas es su ataque al cristianismo y al Dios cristiano. Pero Nietzsche es implacable a la hora de extraer las consecuencias de la llamada <<muerte de Dios>>. Su solución, consiste en afirmar la vida en lugar de negadla,  incluso ha despertado el interés de los que se enfrentan a la vida como un artista al lienzo en blanco. Su pensamiento tiene un gran atractivo para la era moderna. A medida que ha ido aumentando el control del hombre sobre su medio, ha sido fácil pensar que podemos llegar a ser realmente los <<señores de la tierra>>.
Por encima de todo, seguimos formulándonos sencillas preguntas sobre el significado y la finalidad de la vida humana. Si no hay ninguna finalidad en la propia naturaleza de las cosas, todo podría ser la parálisis total. Nietzsche cree que, el espectro del nihilismo se hará cada vez más real. De hecho,el suyo es un nihilismo de tan largo alcance que no sólo pone de relieve la falta de finalidad de la vida humana y cuestiona también la objetividad del mundo y con ella la posibilidad de la verdad y la falsedad. Subraya por el contrario la perspectiva desde la que hacemos juicios, y el flujo en el que las cosas <<llegan a ser>>.
El auténtico nihilismo es tan autoanulante que no es posible defenderlo de una manera coherente. Nietzsche podría estar en lo cierto al considerar que el supuesto de que hay orden y estabilidad en el mundo es en el fondo teísta. Él si tiene una concepción de la naturaleza humana, no puede evitar pensar que el mundo tiene un carácter definido en el sentido de que los hombres somos criaturas de un tipo determinado. Sin embargo, lo que con más claridad expresa su pensamiento, es el reto de encontrar un motivo para vivir. El problema que plantea Nietzsche es si es posible encontrar alguno que no se derive de la religión.
La denuncia al platonismo y el cristianismo plantea cuestiones que están en el centro de la existencia humana. La idea de que hay un objetivo que nunca podemos alcanzar del todo puede convertirse en un rechazo moral de cómo son las cosas. Esto no implica necesariamente tanto negar la vida cuanto realzarla. De impulsos de este tipo viene la búsqueda de la salvación, ya sea de tipo personal, como en el cristianismo,o a nivel político como en el marxismo.

Fuente: Apuntes del profesor.

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